INNOVACIÓN SINDICAL manifiesta su más profunda repulsa por la política de altas médicas de la Inspección Médica del SAS. En la pasada semana se le comunica a una trabajadora con la prueba de la anestesia y el electrocardiograma realizadas para ser intervenida que se tiene que incorporar a trabajar hasta que la operen. Sería cómico si no se tratase de la salud de las personas, que la Inspección médica le diga a una persona que aunque mañana tiene que ser operada hoy puede trabajar.
19/12/2023
Una trabajadora recibió el alta médica de la Inspección Médica cuando ya se le había practicado las pruebas previas a la intervención quirúrgica en una mano, siendo la dolencia incompatible con el desarrollo de su trabajo porque es limpiadora.
Desde INNOVACIÓN SINDICAL le hacemos la reclamación previa porque parecía una obviedad que alguien que tiene que ser operada de una dolencia que afecta al desarrollo de su trabajo no puede ser dada de alta médica. Es una contradicción grotesca que en una consulta le digan que no está bien y la tienen que operar y que, en la consulta de al lado, le digan que aunque la tengan que operar está bien. Las conclusiones son evidentes: si hay que operarla no estará bien. O si se le da de alta, es decir, no será necesario operarla.
La Inspección médica en dos renglones se ratifica en el alta médica y expone la salud de la trabajadora que hasta la intervención tendrá que seguir forzando la mano por lo que, evidentemente, el estado de la lesión sufrirá un empeoramiento hasta ser intervenida.
Los motivos de estas altas médicas esperemos que no sean los cuantitativos, esto es, la de reducción de costes, en lugar de criterios puramente médicos. Pero a la vista de los acontecimientos, y no es un caso aislado sino recurrente, parece que los motivos de altas incomprensibles tienen más razones financieras que clínicas. Y la gestión de la salud pública no va de números sino de personas.